Riko L. Mine ~[ Ficha]

Riko Mine Lupin IV

Es de baja estatura, para ser exacta 147 cm, su peso es de 54kg. Su rubia y dorada cabellera le es hasta las caderas, siendo en parte sujeta desde ambos extremos por unos largos lazos de color rosa. A diferencia de sus ojos, estos son de un tono cobrizo, grandes y expresivos, como lo son al igual los gestos de su rostro, marcándola como alguien adorable. Su tez es blanca y tersa exceptuando sus casuales mejillas sonrojadas y sus finos y delicados labios. Sus pechos concuerdan con sus caderas acentuando una cintura más estrecha.

Francesa

Heterosexual

Estudiante especialista en Inquesta

Jugar videojuegos, especialmente simuladores de citas. Los chocolates blancos, la frambuesa, y la frutilla.

Ser llamada "Cuarta (IV)", pues cree que le quita su identidad personal, tal como ella prefiere hacerse llamar Riko. Los espacios cerrados, aislados, o muy pequeños, esto es desde que fue encerrada en un subterráneo cuando niña. Lo que ella considera una ofensa hacia su persona, tal como menospreciarla o tratarla como a un material.

Por lo general se pone una fachada de estupidez pero algunas veces, por lo general en situaciones difíciles, ella rompe la fachada usando un lenguaje áspero, emitiendo así sus ojos un brillo intimidante. A pesar de llevar el papel de idiota de la clase, parece retener una gran cantidad de información, incluyendo datos sobre los estudiantes del Butei. Cuenta con una personalidad algo infantil, que usa para seducir puesto que es algo juguetona. Es una chica inteligente, audaz y sin miedos, pese que ha logrado convertir sus odios en encantos. Distraída, desconfiada, y aunque en ocasiones no lo aparente de veras posesiva, cuando comienza a crear un fuerte lazo, no deja que nadie haga lo que solo ella puede. Espontanea y fresca, se hace ver como una chica amistosa y alegre.

Riko nació en una familia adinerada, una enorme mansión en Lyon, Francia. De personalidad alegre y algo ingenua, llegó el momento de entrar a la Escuela Butei de Inquesta. Resaltaba entre sus compañeros no por su inteligencia, sino por su capacidad de robar información como un fantasma, lograba conseguir datos relevantes y secretos burlando fácilmente la seguridad de las computadoras cuyos dueños tenían la mala suerte de que cayera en sus manos.
Siendo una “hacker” y rango A de Inquesta en la Academia, un futuro brillante parecía esperarle a Riko. Su madre había fallecido hace varios años, por lo que había heredado la fortuna familiar.
Pero no todo era perfecto para la joven.
Un trauma de su niñez, uno que no pudo borrar de su mente, la abrumó por completo. Nadie la llamaba por su nombre, a excepción de su madre, todos en su familia se dirigían a ella como “la Cuarta”. La sombra de su bisabuelo era demasiado y opacaba cada uno de sus logros por muy grande que fuesen. Si hubiese quedado allí, no hubiese sido nada más que un problema familiar, pero esto llegó más lejos aún.
Riko fue encerrada durante varios años de su niñez en un calabozo, alimentándose de nada más que pan rancio y agua sucia, siendo sometida a pruebas de sangre a cada momento. La verdad que tanto temía se volvía realidad; no había heredado ninguna habilidad especial de su antepasado. Era un defecto en el árbol familiar, sólo ADN, no una persona. Era solamente una herramienta que se debía utilizar para dar a luz al quinto Lupin. Con el temor de que se la usase para tales fines a su corta edad, Riko prometió volverse más fuerte que su bisabuelo, demostrarlo fuese como fuese. Su familia y los sujetos que examinaban su sangre le ofrecieron un trato. Revelaron tener vínculos a IO-Sys, y que necesitaban alguien en la Academia Butei para que les brindara información del interior. Riko aceptó gustosa, y se convirtió en una espía trabajando para ambos, IO-Sys y la Academia.
Aún así, en vez de irse de vacaciones como cualquier joven Butei, sus retiros se realizaban en el submarino de IO-Sys, donde se sometía a los duros entrenamientos en los que muchas veces se desmayaba ante la burla de sus compañeros. El único que extendió su mano para ayudarla fue el líder, quien sentía simpatía al no ver rastros de la maldad de Lupin en la joven. Como muchos de IO-Sys habían intentado, Riko buscó derrotarlo para probar que había sobrepasado a Arsène, quien sólo había podido llevar a Holmes a un empate, pero fracasó rotundamente. Unos simples movimientos del detective bastaron para mandarla de nuevo al suelo, dónde volvió a extenderle su mano. Había otras formas de que lograse superar a su bisabuelo, pero esta no era una de ellas.
La joven se encariñó con el Profesor, tomándolo como el padre que jamás había tenido, y hacía que sus veranos e inviernos en IO-Sys se volviesen un poco más fáciles de soportar. Con el tiempo dominó la fuerza de su rosario e impuso su fuerza sobre sus compañeros, derrotándolos al blandir cuatro armas al mismo tiempo. La débil e ingenua Riko se había convertido en un rival al que se debía temer y respetar. Pero... aún no estaba a la altura del Lupin original... ¿qué hacer? ¿cómo demostrarlo? Esas preguntar abrumaron su mente aún estando en la Academia, ya no quería ser la “Cuarta”, quería ser ella misma, demostrarle al mundo su poder.